El romero puede tomarse
como infusión, especialmente tras las comidas copiosas, ya que favorece la
digestión, combate la acidez estomacal y previene las flatulencias. En caso de
intoxicaciones alimentarias, también el romero demuestra sus virtudes,
inhibiendo la formación de bacterias peligrosas. Sus efectos tónicos y
estimulantes ayudan en la recuperación de las afecciones respiratorias, así
como en las del hígado. También ofrece unos buenos resultados a la hora de
atenuar los dolores propios de la menstruación, las cefaleas y la retención de
líquidos. Asimismo, su aportación de hierro, ayuda a combatir la anemia.
El romero es un gran
antioxidante, además de ser rico en ácidos rosmarínico, mirceno, ursólico y
vitamina C, lo que hace del romero una planta indicada para el tratamiento de
enfermedades como el SIDA, el cáncer, el Alzheimer, la artritis o la artrosis.
Sus efectos calmantes lo hacen especialmente indicado para mitigar los dolores
musculares.
El romero es un compuesto
habitual en muchos champús, debido a su capacidad para la regeneración capilar.
Otra aplicación interesante, gracias a su componente antibacteriano, reside en
su poder para combatir el mal aliento.
PROPIEDADES GASTRONÓMICAS DEL
ROMERO
Resulta preferible utilizar
el romero secado, ya que de este modo se atenúa su sabor amargo. El romero es
ideal para condimentar todo tipo de carnes asadas, caza o pescado. En las
carnes a la parrilla, para mejorar el sabor, se pueden echar unas ramas al
fuego o frotar la propia parrilla con romero fresco. También puede acompañar
sopas y guisos, siempre en pequeñas cantidades.
ACEITE DE ROMERO
El aceite de romero, por
sus cualidades antioxidantes, es un buen remedio contra el envejecimiento de la
piel. Hidrata las células cutáneas y mejora el aspecto, aportando elasticidad,
frescura y brillo. También tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias,
razón por la que se usa en medicina deportiva, así como en las inflamaciones
producidas por la artritis. Igualmente destacable es su efectividad como
antiséptico y antibiótico, favoreciendo la cicatrización e impidiendo que
prosperen las bacterias. El aceite de romero también está recomendado para la
salud del cabello, utilizándolo como champú. Sus características
antibacterianas lo convierten en un destacado componente de muchas pastas de
dientes.
ALCOHOL DE ROMERO
El alcohol de romero se
consigue por el simple método de introducir en un frasco de vidrio el romero
picado al que, posteriormente, se le añade el alcohol. Se deja en maceración
por espacio de 30 días, removiéndolo una vez por semana, aproximadamente.
Transcurrido este tiempo se filtra y se guarda de nuevo en el frasco. Sus aplicaciones son varias, destacando su
utilidad en el alivio de los dolores musculares, las contracturas o los dolores
causados por artrosis o el reuma. También es efectivo para combatir las
neuralgias, las jaquecas y para mejorar la circulación sanguínea en general.